jueves, 18 de junio de 2020

CONSULTORIO 203


El pasadizo estrecho parecía una visión borrosa de una pesadilla. Era de madrugada y el frío colmaba cada rincón del hospital, las persianas aún cerradas apenas dejaban pasar el brillo tenue de los primeros rayos del día. La somnolencia que significaba estar despierto a esas horas hizo que Miguel recompusiese sus ideas unos minutos y fije su mirada en el vacío mientras se arropaba inútilmente en el sillón, juntando sus manos para desvanecer la lacerante frialdad de aquel ambiente.
Lo habían citado con urgencia a las 5: 20 a.m. por razones no muy específicas, su doctor debía tener una noticia importante que darle, de eso estaba seguro, sin embargo, nunca se sintió efectivamente enfermo, simplemente se había hecho un análisis sanguíneo, un mero análisis que lo había catapultado con todas esas molestias, a él, que acostumbraba despertarse a las ocho y con cierto disgusto, si no fuese por el trabajo se estaría una hora más en completo letargo.
Miguel fijó los ojos en el consultorio 203, ni un alma aparecía por el corredor ni en las oficinas, tan solo una enfermera le había observado con desconfianza mientras hacía sonar sus llaves con vehemencia, señal inequívoca de su molestia al visitar el centro de salud.
Los minutos avanzaban, en la hora pactada, Miguel, al fin pudo tocar la puerta varias veces para que salieran a atenderle. Era el consultorio 203, no se había equivocado, algunos pacientes ya llegaban a tomar sus lugares para su atención, pero nadie le abría la puerta, nadie le daba razón, hasta que la vio. Sus largos dedos oprimían hojas de papel blanco, tal vez se trataban de recetas o citas médicas, el pelo le cubría parte de la cara, lo que no le permitió ver su rostro íntegramente, era extremadamente delgada, pero lo que llamó su atención fue su palidez profusa y las ojeras, además de una sobresaliente cicatriz que partía del rostro hasta el cuello de aquella muchacha, que pese a lo anterior mantenía una belleza altiva, casi conmovedora. En un primer instante la molestia de Miguel se transformó en miedo y luego, aquello ostensiblemente cambió para surgir una extraña simpatía por aquel ser, quien seguramente había atravesado difíciles circunstancias. Ella se sentó en el mismo lugar en que Miguel había estado antes. Él, dándose cuenta que la había observado detenidamente por mucho tiempo, volteó para toparse con el número 203 de la puerta y disimular tocar una vez más aun sabiendo que no hallaría respuesta. 
La chica se concentró de repente en los documentos que llevaba en las manos, deslizándosele el pelo hasta cubrirle casi completamente el rostro. Leía una y otra vez, por el oscilar de sus ojos, Miguel notó que también había angustia en su proceder y se decidió a preguntarle algo.
—Señorita, ¿la puedo ayudar? Es muy temprano y parece que no están atendiendo.
—¡Eh! — exclamó desconcertada.
—Al parecer no me comprende, como las recetas, como todo le es raro. —  pensó Miguel al ver el rostro sorprendido de la muchacha. Pero él no se rendía.
—¿Me podría decir en qué consultorio la citaron? A mí el doctor Fuentes me citó hace como 20 minutos y no aparece.
De pronto la muchacha señaló su cicatriz, que desde la perspectiva de Miguel se veía atroz en tan delgado y claro cuello.
—Vengo por esto.
Miguel quedó profusamente aturdido por haber oído esa voz, que le aterró, tal y cual lo esperaba, no parecía provenir de este mundo, la voz sonó más como un eco que una voz humana.
Creyó verse rodeado de un halo de misterio al lado de esa muchacha, sin embargo, estaban ahí varios pacientes aguardando inútilmente como él, pero ahora decidió no marcharse sin antes conocer de qué mundo venía aquella imagen extraviada.
La palidez de la chica iba tornándose más clara, como transparentando su cuerpo débil y deformado.
—¿Por qué me ve tanto?
—Disculpe señorita, solo intentaba ayudarla.
Miguel decidió que era hora de marcharse, su curiosidad había llegado a romper todos los límites, buscando una razón al misterio que irradiaba una extraña, que fue simplemente eso, una extraña en ese compungido momento, no debía buscar explicaciones. Nadie lo atendería, su desconcierto por ella debía concluir también ahí.
Al alejarse Miguel notó que la chica entraba al consultorio 203, ella tenía planificado algo sin duda, y sin pensarlo dos veces la siguió. Para su asombro la mujer no se hallaba en el interior del consultorio, ¿lo había imaginado acaso? Varios papeles se encontraban en desorden sobre el escritorio del doctor Fuentes. Creyó que habían sido los documentos que ella guardaba con recelo y se puso a leerlos. No estaban muy claros para el muchacho, pero de pronto descubrió algo escrito, era su prescripción médica que decía que padecía de una enfermedad incurable, cuyo nombre era muy difícil de leer y recordar, le daban solo unos meses de vida. Al principio Miguel no lo creyó, pensaba que su mente le jugaba una mala pasada como al llegar al hospital había imaginado estar en una borrosa pesadilla tétrica y fría, no podía ser verdad, lo pensó varias veces, y fue a buscar al doctor precipitadamente, en su camino tropezó con varias enfermeras que no le daban razón, su mente se llenaba de terribles sospechas, ideas inciertas que quiso aclarar lo más pronto posible. Y recordó a la mujer, el encuentro que había tenido con ella, sus palabras, su palidez inimaginable. Llegó a la conclusión de que se encontraba viviendo un mal sueño con olor a hospital y la imagen mortuoria transfigurada en una bella chica de facciones enfermizas. Debía acabar con esa pesadilla. Ahora se sentía ligero, listo para cumplir su plan que venía siendo postergado, creyéndose más lúcido debido a las circunstancias, consideró estar un paso adelante de toda esa intriga maquiavélica que la ficción le proveía. Tomó una correa olvidada sobre una camilla del pasillo, ingresó a una sucia habitación, al parecer se trataba de un almacén del nosocomio, la sujetó en un fierro que sobresalía debido a una mala construcción. Miguel creyó verse liberado de ese mal sueño cuando sus piernas buscaron el suelo inútilmente, ignorando que la muerte lo había venido buscando desde hace mucho, cuando delirante había plasmado esa decisión infausta como remedio de sus desventuras. Pero no fue un sueño, no hubo un despertar para el muchacho que ahora dormía acurrucado en los brazos de la muerte, quien le había augurado un triste final al mostrarle en su apariencia femenina, la cicatriz que ahora le pertenecía.




domingo, 25 de febrero de 2018

LA TELENOVELA DE NACER Y SABER DEL MUNDO

Tenemos conciencia desde que somos niños sobre las cosas que vemos de los mayores. Muchas veces, nos sometemos a sus gustos y comportamientos; ya sean positivos o negativos. Pero no cabe duda, que hace algunos años y más aún hoy, la mayoría de hogares se viene influenciando por el poder de los medios. Según la historia, anteriormente regía la escritura, luego el invento de la radio transformó la forma de comunicarse, vino el cine y con ello la televisión, hasta ahora nadie duda de su influencia. Pero, ¿cómo llega a transformar prácticamente la vida de una persona lo anteriormente citado? De la misma forma que a continuación pondré de ejemplo, sobre cómo llegó a impactar la televisión, específicamente las telenovelas en la vida de una menor de edad, que seré yo en este caso.



Imagínense a una infante, apenas reconociendo lo que es la existencia y sus contratiempos(piensen en Zezé de Mi planta de naranja lima por un instante en versión femenina). De niña me llamaba la atención todo, especialmente el comportamiento de los adultos, mi madre preocupada por mi hermano y yo, procurando que no nos faltara nada, mi padre en el trabajo la mayor parte del tiempo. Me dedicaba a los juegos de antaño si se puede decir, los que ahora no se practican por el avance tecnológico. Era feliz, me divertía y nunca escuché a esa edad alguna discusión que removiera mi paz infantil. Pero qué contradicción, aquella se removería por la influencia de la tv.

No recuerdo cuál fue la primera telenovela que vi en la televisión, pero entre sombras una naciente visión resurge. Era una prima o amiguita, que  sintonizó alguna vez la novela peruana Natacha.


No fue de mi agrado definitivamente aquella telenovela, pues apenas era niña, pero llamó en mi la atención de que fungía un mundo alrededor de amores y odios, algo distinto en comparación a lo que conocía. No imaginaba que también la música de ellas resultarían inolvidables en comparación con sus argumentos. y así fue que recordé algunas otras melodías como la siguiente:



Hasta recordé incluso haberme enamorado del protagonista de la novela, y eso es digno de reprimenda, pues ¿a quién se le ocurre empezar a vivir la emoción de un sentimiento a través de la pantalla del televisor? Se clarifica aquella imagen añorada, la de Carlos Matta ingresando a pantalla y el revuelo de un corazón que no pasaba los diez años, es de ripley.

Luego recordé también la melodía de otra telenovela, una que sería implacable en el recuerdo, pues la añoro pese a no rememorar el argumento, pero se podría decir que marcó un hito en mi niñez: Alma mía. Es la novela más querida aunque no recuerde mucho de ella.



Sin duda esas canciones significaron mucho, llenas de sentimientos y emociones. Casualmente la actriz de las anteriores dos telenovelas es Astrid Carolina Herrera, tal vez perseguía aquel icono de la televisión para admirarla por su gran actuación y belleza indiscutible porque luego de varios años la continué siguiendo en esta impactante novela que se convirtió también en mi favorita por su historia y canción.


De la anterior si recuerdo el argumento y cómo me moría por verla cada vez, definitivamente es una de mis actrices predilectas. Y como no mencionar la historia cuya protagonista era Adela Noriega, la canción también merece recordarse.



Esta telenovela de Adela Noriega también me pareció inolvidable, por la música de Alejandro fernández e interesante historia.


Creo que es una de estas producciones que permanece imborrable en mi mente, tanto el argumento como las emociones planteadas en ella.
Y esta a continuación con la más bella canción de Juan Gabriel, claro que la recuerdo, yo te recuerdo Mariana de la noche.


Podría mencionar las de Thalía también, pero aquellas no marcaron tanto mi infancia o adolescencia como éstas. Y como conclusión, es un tanto peligroso para los menores saber del mundo a través de las pantallas de la tv; sin tener una debida recomendación o guía de un adulto. Aprender sobre la amistad, el amor, la venganza, las pasiones que encierran este mundo. Es increíble cuánta influencia tienen las telenovelas en la formación de un ser humano ¿ no lo creen?










jueves, 10 de agosto de 2017

CLANDESTINO


Nadie podía ingresar a casa de los Rodríguez. No era sólo una advertencia ni mucho menos un rumor de encantamiento sobre aquella antigua casa solariega. Todos sabíamos que un acontecimiento terrible se cerniría sobre aquel que osara pisar un pie en ella.

Lo único de lo que estaba seguro es de la historia no tan lejana que había sucedido en las habitaciones de esa vetusta casa. El padre de edad avanzada arribó después de mucho tiempo a visitar a sus parientes de forma sorpresiva, ellos lo recibieron de forma fría casi molestos; y durante la noche en una discusión de gran revuelo se habían ligado a golpes entre familiares, los hijos y nietos contra el padre. Lastimosamente, ahí habitaba una joven que pocas veces salía de casa al padecer de esquizofrenia y ella en ese alboroto que se había armado tomó varios vidrios del inmenso espejo que había roto y les hirió indiscriminadamente; se dice que hubo fallecidos y heridos. La muchacha terminó en un sanatorio, luego de muchos años, la familia se fue a vivir a otra parte. Pero cuentan que la joven escapó del manicomio y llegó a su casa, es más, vive hasta ahora en esa casa y nadie la puede ver, pues está escondida resguardando su hogar, esperando que un visitante se atreva a cruzar la línea de su puerta para herirlo con los trozos de ese mismo espejo con el que hirió a su familia.

Esa historia me la contaron cuando tenía 9 años, y por supuesto que la creí porque aquella casa está a una cuadra de la mía, y por las noches si presto atención escucho voces quejándose, saliendo de ese lugar tan tétrico mientras se está a oscuras; pero en el día me hago la idea de que nada fue verdad, aunque creo equivocarme tomo la valentía necesaria frente a los muchachos de mi edad y les revelo mi  incredulidad, y animándolos a cruzar el sendero del pórtico de la casa encantada les reto, varias veces lo he hecho y sólo he logrado ver los rostros confundidos, meditabundos y temerosos de mis camaradas.

Todo hubiese continuado con normalidad si no hubiese llegado Luis, un chico extranjero muy alegre y resuelto, de la misma edad que la mía y con espontaneidad única al enterarse de la historia de la casa que acabo de contar, me animó a vencer el temor.

—Vamos Lucas, eres el chico más inteligente de la escuela y el mejor en todo hasta ahora que he conocido ¿Y no te has decidido aún a romper esa falsa historia? ¿Es tan gracioso creer en mentiras? Nunca imaginé que hasta los adultos le temieran a esa historia. ¿Qué te parece si esta misma noche arruinamos ese cuento? Bueno, en parte creo que la inventaron para que lleguen más visitantes porque la otra vez, dos turistas se tomaron fotografías junto a la casa, de verdad qué patético me parece todo. Amigo, tú eres el más brillante que conozco, vamos hoy a la casa, tomaré unas linternas y junto a mi primo nos metemos a la casa a eso de las 9 de la noche ¿Te parece? ¿O me dirás que eres una nenita?

Ante tan provocativas palabras quise alejar semejante aliado, carente de virtudes; sabía que él no era buena influencia para mí, sin embargo, no, me aparté de la idea ni de él, pues sabía que era mi única oportunidad para entrar y saber lo que ocurría en esa casa, además contaría con la compañía de dos personas y eso era bastante.

Eran ya las 9 de la noche, me escabullí de casa sin que nadie se diera cuenta, llevé un cuchillo, linterna y velas en la pequeña mochila de Bob esponja, recuerdo de mi niñez, también de aquellos temores que se sentían ahora tan latentes en la fría noche de ese  viernes 30 de junio. 

La verdad es que estaba aterido más por el temor que por el frío, necesitaba guantes y no los tenía; ya era demasiado tarde para dar la vuelta y regresar, la decisión estaba tomada, y mientras me hundía en mis pensamientos una mano rozándome el hombro me despertó.

—Llegaste al fin, creí te meterías entre las sábanas amigo, pero veo que eres más valiente de lo que aparentas—dijo Luis con una mirada de alegría sin igual, estaba feliz, no entendía su rollo, ¿Era verdad entonces que no le temía a la casa? Y prosiguió:

—Este es Rich, mi primo, como verás es pequeño aún, pero me sigue a todas partes— Luis me señaló a un muchachito mucho menor que nosotros, con demasiado temor en el rostro como para continuar un paso más.

—Bien ingresemos—dije imperturbable, tal vez por estar cerca el momento de la verdad.

Una de las ventanas de la casa se abrió sin esfuerzo e ingresamos a la habitación principal, las linternas nos hacían ver con dificultad, pero estaba claro que la casa estaba inhabitable, el polvo rodeaba el espacio, los muebles parecían en buen estado pese a los años, quién sabe cuántos y quiénes lo habían usado; pero todo lo demás  asemejaba una casa en ruinas. Los cuadros nos llamaron la atención parecían ser distinguidos y valiosos, por la forma y los colores, dentro no se escuchaba nada más que el silencio. Pasamos a la cocina y fue cuando un estremecimiento por razones obvias me invadió, cada paso era un desafío a quien habitaba el lugar. Noté que Rich estaba a punto de desmayarse.

—Parece que nadie vive aquí, mejor vayámonos. 
—No seas cobarde Lucas, falta poco para…

Luis no terminó de decir la frase porque un ruido invadió el lugar, no sé si fue un grito humano o un objeto que caía con semejante estrépito que estuvimos a punto de morir de un ataque al corazón. Rich fue el primero en correr y en su intento cayó y se lastimó, Luis lo sujetó, pero de repente una sombra acompañada de pasos ligeros nos llamó la atención y preferimos salir disparados, cuando llegamos a la ventana, ésta estaba cerrada y fue Rich el que tuvo la idea de separarnos, yo me fui a la izquierda y mis compañeros a la derecha, debían estar los dos pues el menor todavía tenía el tobillo lastimado. Lo poco que recuerdo fue mi intento por escapar por una ventana que rompí, cuando ya salía por completo alguien me sujetó las piernas y perdí el conocimiento por unos minutos.
Consciente al fin, me hallé en otro lugar de la casa, y mientras atravesaba el pasadizo, vi un espejo, un inmenso espejo en el cual observé, esperé verme tal cual era: un adolescente de 15 años, pero increíblemente mi rostro ajado representaba unos 65, entonces fue cuando me desmayé por segunda vez.

La vista me fue fallando una vez abiertos mis ojos. Estaba en un hospital, sentía mi cuerpo
cansado y golpeado, obviamente fue debido a lo que observé después, unas manos arrugadas, piernas con artritis y comienzos de osteoporosis, fue tan triste verme en el sueño de mi vejez repentina que permanecí el día durmiendo con la intención del pronto despertar. 

Al llegar la noche tuve la inesperada visita de tres personas. Y ellas, ¡oh cielos! fueron mi amigo Luis en su lozana adolescencia y el inocente Rich junto a la madre del último, quienes vinieron a exigirme mi declaración pues según ellos yo sabía dónde se encontraba el pequeño Lucas, sí, ese muchacho tan valiente e inteligente, promesa del mañana, de quien sus padres todavía no sabían nada y ya empezaban a preocuparse. 

Recuerdo que balbuceé incoherencias, les dije que también deseaba saber dónde está Lucas, que si me encontraron en esa casa desmayado fue por mi senil edad, que ya no recordaba nada, y que hasta tal vez padezca de Alzheimer, que era lo más seguro a saber. Se fueron compungidos, pero no más que yo, quien ahora intenta hacerse de la idea que de verdad soy, ese ancianito con Alzheimer, que pretendió ser un niño alguna vez. Quien nunca volverá a retroceder el tiempo ¿O tal vez? Haga como que nada ocurrió.
Viviré siendo esta persona que sé que no soy, viviré recordando mi fugaz ilusión de jovencito. O mejor iré a recuperar mi derecho de serlo, mi derecho a vivir mi vida, qué diablos importaba la bruja esa o quien habite la casa, qué basura inventada. Me devolverán mi vida, iré de nuevo y me miraré en ese espejo, encontraré aquel niño perdido, yo mismo he de rescatarme esta misma noche.

martes, 8 de agosto de 2017

NIEBLA

No había vivido lo suficiente, lo sabía y lo pensaba mientras sus manos lastimadas por tanto cavar la tierra iban haciéndose lentas tenazas con las cuales de repente sujetó violentamente sus ropas blancas y las arrojó en lo más profundo del hoyo para ahora, cubrir de tierra las níveas prendas, significativamente aquello simbolizaba la despedida de su pureza, el vuelo que había comenzado le pertenecía íntegramente a su rebeldía ahora desbordante.
Con apenas unos pantalones raídos y empolvados, se alejaba del lugar donde había dejado algo más que su pudor. Todo su ser y hasta el alma. Solo tenía esos pantalones gastados y la prestancia de vivir con frenesí el poco tiempo que le quedaba antes de su noche eterna. Y claro, ese amor o desamor esperándolo en su casa para destruirlo completamente.
Abrió la puerta de su casa, una antigua construcción, hecha de madera íntegramente, Samuel no esperó sentir una especie de protección y bienestar al ingresar a la casa, un halo raro lo envolvió toda una vez dentro. Sólo atinó buscar un lugar donde descansar, pues los hechos violentos que había vivido recientemente lo sobrecogían como para buscar una explicación que nunca se daría, cerraría los ojos y esperaba no despertar más. Una sombra le vino a impactar haciendo que sus miembros se contraigan, y la fiebre que le invadía pertenecería a un miedo desechado, pero le enfermaba, tanto como la voz que le vino a recibir:
—Pero Samuel ¿Cómo llegas así? ¿Y tú traje de fiesta?
Una mujer de extenso pelo negro y apariencia juvenil casi adolescente le vino a recibir, cogió las manos del muchacho, y al notar que estaban frías lo invitó a la cocina a beber café.
—No quiero nada—gritó de pronto—Hoy lo hice, maté a tu novio secreto, creíste que no me daría cuenta, pero ahora que vivimos juntos, no toleraré ni una mentira, ni una sola, ¿Me escuchaste Elisa? —su último tono interrogante lo delató plenamente pues pronunció aquellas palabras con demasiada ternura.
La muchacha mantenía la tranquilidad en su rostro, tal vez demostrando algo de reproche le respondió:
—Pero ¡Qué hiciste con tu traje! Siempre inventas algo nuevo para sorprenderme, pero esto no me gusta para nada. Es cierto que una vez te conté que me gustaba alguien más, pero eso fue hace años y repito, sólo me gustaba, luego inventaste un nombre o no sé qué y crees que esa ilusión existe, ya crece Samuel, eres tan buen actor y te gusta sumergirte en tus papeles actorales, quién sabe hasta qué medida estás sobreactuando y esto no me gusta. Está bien soy tu inspiración, me tienes viviendo en esta extraña casa por tus excentricidades, pero eres alguien sorprendente porque cada día inventas cada historia. ¡Vuelve a la realidad Samuel!
Elisa estaba cansada ahora, y no entendía este juego destructivo de verdades y mentiras. Ella sólo quería saber dónde estaba el traje elegante y fino, de los más caros que habían adquirido y pensaban sería el ideal cuando se concreten los actos nupciales.
El sofá fue el lugar escogido donde el muchacho desplegó su cuerpo rebosante de salud y belleza, a Elisa sólo le quedó traer una manta abrigadora esperando que al despertar su amado fuera el de siempre, alguien feliz y extravagante, tan esmerado como inestable. Alguna vez pensó que consumía sustancias perniciosas, largo fue el camino para resolver que aquello no era cierto.
A pesar de su corta edad Elisa era tal vez la persona más madura que podía estar relacionada con el actor, pues lo conocía desde que eran niños y comprendía cada arrebato como una valsa en sus mareas y venidas sin un puerto donde anclar.
Y él dormía como un niño, redimiendo sus travesuras entre sueños, aunque a veces eran pesadillas. Pensó en dormir como él y se disponía a hacerlo, cerrando antes las cortinas para que no ingresara ni vestigio de luz. Pero al hacerlo vislumbró un haz de luz extraño cerca a la casa.
Los pasos eran acelerados como si dependiera la vida de ello, llegar al lugar y tomar lo más preciado, sin importar que fuese a la fuerza. Apenas tuvo una reacción de asombro al escuchar el crujido violento de la puerta abierta de par en par.
Era un sujeto extraño, de apariencia inofensiva, de mediana estatura, pelo ensortijado y rojizo, con algunas pecas y ojos cafés que sobresalían por su tamaño. A Elisa el ruido de la puerta al romperse le había quedado en la cabeza. No sabía si había esperado desde antes esa situación, pero el sujeto no le pareció intimidante y resolvió hablar con él:
—Pero cómo se atreve a ingresar de esa forma, ¿Quién es usted? Llamaré a mi pareja para que le dé una lección, se arrepentirá de lo que hace señor—decía mientras daba unos pasos hacia la puerta donde estaría extrañamente durmiendo aún Samuel.
—Bella dama, soy un admirador suyo desde hace mucho. Una vez fui a ver a Samuel Devais a la presentación de su película y me crucé con usted. Soy músico así que decidí componerle una canción, eso era todo, pero el señor Devais me enviaba amenazándome constantemente desde que se enteró que hice eso por usted. Ja ja ja y señorita usted ni siquiera sabía de mis sentimientos, esto porque estaba coaccionado por ese sujeto que el día de hoy sabiendo que em encontraba en esta ciudad para hacer un concierto vino a mi casa y me hirió, mire usted— dijo mientras se retiraba parte de la camisa para mostrar una herida ahora vendada.
—Sí, esto lo hizo él con un arma blanca y pretendió huir, pero yo lo atrapé, lo golpeé levemente y luego traté de hablar con él.
—¿Por qué me dice eso? ¿Usted cree que yo le voy a creer? Váyase o llamo a la policía, ¡Váyase ya! ¡Samuel despierta, despierta!
—Pero eso no es lo peor, oh si usted supiera lo que pasó luego. El señor Devais se encerró en mi habitación y logró leer algunas cartas que usted escribió o supuestamente usted escribió, es que como soy compositor me gusta imaginar algunas cosas y alguna vez pretendí escribir cartas que usted señorita firmaba. Fue cuando al imaginar que aquellas cartas eran reales el señor enfermó de locura, se quitó el traje que tenía puesto y usó mis pantalones, nada más. Así descalzó exclamó barbaridades de usted, amenazándola, insultándola y cogió nuevamente el cuchillo para ir tras de usted, en el forcejeo el me hirió de nuevo, pero yo antes lo sujeté y le di una bebida para que se calmara, un remedio que tenía de casualidad a la mano y no intente hacerle daño, le juro que no fue mi intención. Sin duda eso lo calmó, mientras yo me dejaba desangrar pues quería que pensase que moriría y la perdone a usted por supuesto por algo que no cometió.
Esas palabras llenaron de dudas y preocupación a Elisa que ahora sólo pensaba en ir a despertar a su amado. En toda su confusión alcanzó a resolver el caso del traje blanco, Samuel pensó sin duda que esa afrenta lo había manchado y al desaparecer el traje creía que era una forma de castigarla y negarle todo lo que se habían prometido, una vida juntos prominente en amor.
Ahora que él dormía temía su reacción, así que esperó lo que haría aquel tipo extraño pero familiar después de todo. Su presencia no significaba una amenaza directa sino era como el abrir de las cortinas de una realidad hasta ahora desconocida o negada. Ese amor era perjudicial, sus sentimientos no serían siempre de felicidad por el carácter y personalidad de su ser querido, quien dudaba de ella y hasta pudo haberla asesinado.
Todo lo que acontecía en Elisa lo contemplaba el hombre de camisa gris y pantalón negro, tal vez comprendiéndola quiso salir a buscar agua y brindarle atenciones, mas ella ahora dueña de sí caminaba rumbo a Samuel.
—Será mejor que huyamos, le aseguro que no tendrá una buena reacción, prometió matarla al anochecer, váyase señorita, es mejor para usted.
—Oh cállese, ni siquiera me conoce, váyase o le advierto llamaré a la policía.
Esa no era la reacción que el hombre esperaba, se le acercó hasta tomarle de un brazo.
—Vámonos pronto, vámonos.
Elisa se zafó del brazo del hombre y corrió apresurada, al intentar abrir la puerta notó que algo la obstruía, era el cuerpo desfalleciente de Samuel.
Los brazos del extraño hombre la cogieron del cuello, pero ella ágilmente se libró y cogió un objeto de metal de la mesita de la sala, el hombre la quiso doblegar, pero en el intento ella logró asestarle un duro golpe que lo dejó inconsciente.
Fuera de si Elisa, logró acercarse a su amado, lo sostuvo en sus brazos con inconmensurable amor, rechazó las calumnias hechas a su amor negando levemente con la cabeza. Y él, quien yacía moribundo junto a ella, sintiendo su calor y amor irrenunciable, intentó decir sus últimas palabras:
—Ahora lo sabes todo Elisa, él te dijo la verdad, créele. Traté de ponerme en pie sólo para hacerte daño a pesar de los efectos del veneno, pero lo que él dijo…no sé qué pensar. Luego de darme ese veneno mortal… creo que hizo bien después de todo porque yo sí te hubiese hecho daño, lo siento… prefiero ser yo quien muera antes que tú. Agradécele él te salvó… Si me pudieras perdonar…
Elisa entre sollozos se puso de pie, le miró con una mirada distinta a quien había sido el único amor de su vida. Y a pesar de saber que Samuel aún respiraba agonizante sobre la madera fría decidió esperar un tiempo antes de llamar a la ambulancia y a la policía.




miércoles, 24 de mayo de 2017

DIL HAI KE MANTA NAHIN: VIAJE ROMÁNTICO



Un viaje que plasma la aventura de vivir en su plenitud como es la capacidad de amar, soñar, reír y superar los problemas que se nos presentan en nuestro no tan extenso viaje. Esto es lo que nos ofrece la película Dil hai ke manta nahin protagonizada por Aamir Khan y Pooja Bhatt. Esta película llegó a mis manos de casualidad sin saber lo que me esperaba, un viaje divertido de aventura y romance.



Todo inicia con los enredos de una jovencita llamada Pooja , quien no acepta casarse con alguien impuesto, ya que amaba a un actor muy popular y con fama de mujeriego. Todo se complica luego de la fuga de ella, que sin saber a dónde decide marcharse con poquísimo dinero. Entre situaciones graciosas en su camino se encuentra con un joven periodista: Raghu interpretado por un muy joven Aamir Khan, la jovialidad y entusiasmo de este periodista arremeten en la vida de Pooja, quien no se esperaba semejante aventura en su viaje.



Varias escenas inolvidables se irán sucediendo, tiernos momentos, enredos y el surgimiento de un amor inconmensurable.
Se trata de una película extensa pero entretenida, creí que me aburriría un poco tratándose de una película de hace varios años pero no fue así, además de la excelente actuación de Aamir y su coprotagonista, las alegres canciones y bien elaborados bailes- pese a tratarse de un film de modesto presupuesto- la historia es atrayente y no tiene pierde la oportunidad de ver esta emocionante historia. Una divertida historia coloreada de emociones y mensajes sobre nobles sentimientos como el amor sincero y también fraternal. 



viernes, 24 de febrero de 2017

JUEGO DE TRONOS: LA DESTRUCCIÓN DE LA INOCENCIA


La conocida serie de televisión Juego de Tronos fue estrenada el 17 de abril de 2011 en Estados Unidos, está basada en la serie de novelas Canción de hielo y fuego de George Raymond Richard Martin. Los capítulos de esta serie llegaron a mis manos no por mera casualidad, pues había oído anteriormente la crítica de algunos personajes que comentaban esta serie y la consideraban una de las mejores de la televisión. Así fue como compré la primera temporada de Juego de Tronos sin presagiar lo que acontecería más adelante.
Y vaya que fue la hecatombe desde el primer episodio, el impacto que da a primera vista ese mundo medieval, sórdido y sin leyes(o con leyes que no se cumplen), donde la ignorancia es la que persiste, los peligros a flor de piel a cada paso, la lucha por el poder, etc. son componentes definitivos que marcarán nuestro camino hacia toda la historia de la serie.


La serie inicia con la amenaza cerca al muro que protege la guardia de la noche, una especie de barrera contra los peligros desconocidos del otro lado de la muralla. Luego se da a conocer los hechos de la familia Stark que será la protagonista puesto que asumirán grandes retos. Sin embargo, la gran responsabilidad recaerá en los hijos menores de esta familia: Robb, Sansa, Arya, Bran y Rickon. Además del bastardo Jon Snow cuyo real linaje supone el misterio más relevante de la serie y el libro de Martin.


A continuación me referiré a los hechos más sobresalientes por los cuales considero que esta serie va contra la virtud, exactamente la inocencia de varios personajes, cuyo destino decanta de una niñez feliz al amargo destino y crueldad sin límites.
Es en el primer capítulo apenas donde notamos que la niñez se ve truncada con hechos aterradores, es al niño Bran, hijo de Ned Stark a quien le corresponde ver una decapitación demoledora ejecutada por su propio padre y obligado a ver completamente ese hecho sangriento por sus hermanos mayores, sin embargo Bran es valiente y no notamos demasiado ese hecho al inicio de la primera temporada, luego en ese mismo capítulo se da a conocer a la aún adolescente Daenerys Targaryen entregada por su hermano Viserys a un hombre que al principio parece una bestia salvaje, un bandido que comanda una horda de violentos asesinos y ladrones; si obligar a su pequeña hermana a casarse con un sujeto así, qué otra cosa sería si no es destruir la terriblemente la inocencia. Y para poner la cereza al pastel en este capítulo apenas, se presenta quizás algo peor y justo con un niño, el que supuestamente es el más valiente, buen hijo y orgullo de la familia; que por azahares del destino gustaba escalar muros y ve lo que rompe la valla entre lo puro y lo perverso, su infancia truncada en una imagen: la del incesto. Y no sólo ello sino que es víctima de la decisión que se toma casi a manera de broma por quien lo lanza al vacío con el fin de que este inocente niño muera rápidamente. 


Qué podemos decir, un hecho terrible que nos demuestra que esta serie no tendría complejos más adelante en demostrarnos toda una sucesión de escenas cada vez más crudas y sorprendentes.


Obviamente la serie no debería ser recomendada para menores de edad, pero sorprende que en ella actúen muchos niños, especialmente en la primera temporada, pueden suponer lo que ocurrirá más adelante, más intentos de asesinato al pequeño Bran por haber sobrevivido a la caída, Daenerys deberá someterse a lo que traerá ese matrimonio, y los chicos Stark vendrán a sufrir implacables retos, como el caso de Arya quien valientemente se insinúa un gran personaje lista a asumir lo que de la noche a la mañana le tocó enfrentar: vivir para vengar el cruel asesinato de sus padres y hermanos. Ella será constantemente obligada a sacar fuerzas de donde no tenga para sobrevivir, llevando siempre en su corazón el odio por los que destruyeron su familia y su vida.


Cabe mencionar la muerte del menor de los hijos Stark en la sexta temporada. Rickon sufre la más terriblemente muerte en presencia de un hermano que estaba a punto de salvarlo, pero más pudo la perversidad de la historia que en otros capítulos concretó también la muerte de una inocente niña por orden de su padre, ella fue quemada viva y pues, ya notamos lo que ocurre cuando se vislumbra un halo de inocencia apenas en la serie Juego de Tronos.



Un episodio tan trágico o peor es la llamada boda roja, donde ruedas cabezas, asesinan a embarazas, degüellan a inocentes y el engaño se apodera de todo el espacio convenido para hacer de este un episodio algo letal que quizás quiera conmover al público. Puede que este público goce las muertes, los momentos aterradores los seduzcan, las iras les convenzan pero no debería haber tanto dolor en seres que apenas y son capaces de tener este odio clavado en sus venas, hablo de cómo son tratados los niños en la serie, y ni qué decir del libro que es mucho más aberrante sobre el tratamiento de los menores. Por todo ello me atrevo a decir que cada episodio de la serie quiebra o está en constante anhelo de sepultar los vestigios de la inocencia de los niños. Quienes deseamos ver una serie llena de acción y emoción vistos desde la perspectiva del mundo medieval, sin duda nos convence la historia de Juego de Tronos pero no a costa de sufrimientos innecesarios de seres endebles, les recomendaría sí a ver la serie más no a congeniar con el uso y abuso de una virtud tan cara como es la inocencia.



Aquí el primer episodio de la serie


martes, 31 de enero de 2017

SANAM TERI KASAM O LA ENSOÑACIÓN DEL AMOR

Pocas películas logran conmover hasta las lágrimas, lo he comprobado a lo largo de mis años como fan del cine de la India. Existen algunas que nos recuerdan parte de nuestra vida, otras toman eventos desgarradores como el amor de madre, familiares o amigos; absolutamente todas las películas de Bollywood ya sean de acción, comedia, terror o romance, buscan estremecer nuestra sensibilidad a través de historias gratamente recordadas. Sin embargo, algunas lo logran y otras no tanto, como de seguro muchos seguidores de este cine lo pueden confirmar.



Sanam teri kasam de casualidad llegó a mis manos, pues de vez en cuando voy en busca de estas películas no con la debida regularidad que quisiera claro está. Sin al menos saber de qué trataba, ni conocer a los actores pude notar desde el inicio que era una producción bien planificada con los elementos de una gran industria como corresponde al cine Indio. La trama gira en torno a Saru(Mawra Hocane), quien está destinada a casarse con alguien que no conoce por decisión familiar, su padre es muy estricto con todos y espera que pronto sus dos hijas se casen y continúen con las tradiciones y normas impuestas por su cultura, la madre de Saru pocas veces interviene. Ella tiene una hermana menor desesperada por casarse y obviamente no puede hacerlo porque la hermana mayor debe casarse primero, según las costumbres. Lo malo es que nadie se quiere casar con Saru por su aspecto y también su carácter que no concuerda con la de las demás jóvenes.

Al poco tiempo llega un vecino nuevo, quien realiza escándalo con ciertos actos indecentes siendo condenado desde el primer momento por el padre de Saru, este video ejemplificará lo que menciono.


Todo el problema inicia con la decisión de Saru de querer hacerse un cambio físico (cambio de look) para agradar a sus pretendientes y con esto hacer que su hermana menor deje de atacarla por ser como es. Pero Saru escondía en su corazón un amor por alguien que trabajaba junto a ella, alguien que no se fijaba en ella y que en un momento le insiste para que lo ayude y se disfrace de oso en una fiesta para niños, ella está tan enceguecida por ese amor que le lleva a aceptar la propuesta, pero cuando está disfrazada debe utilizar el ascensor y de repente éste se malogra dándose cuenta que se encuentra atrapada junto a su vecino de mala reputación, quien había estado en prisión por matar a un hombre. Saru al verlo decide no quitarse el disfraz pero por el calor y viendo lo que hace el vecino cambia de decisión, este video sí que es gracioso.


Esto apenas es la introducción de la historia, lo que ocurre luego nos demuestra que la fuerza de los sentimientos puede cambiar el mundo, depende de la forma en que miremos las cosas y en cómo tomemos nuestras decisiones y que el amor lo puede vencer todo hasta lo imposible, incluso la muerte.
La noche en que Saru va a pedirle ayuda a su vecino para que mediante él pueda conseguir el cambio definitivo de su apariencia comienza su trágico destino pero también su esperada felicidad porque encontrará el amor y esto cambiará su mundo aunque las constantes desgracias trazarán ese camino. Es una historia repleta de emociones donde en un momento determinado no pararás de tener compungido el corazón y llenar tus ojos de lágrimas, película muy recomendada, espero la puedan ver y encontrarse con la esencia de ese sentimiento que a veces pensamos perdido en nuestra sociedad: el amor.